Barreras potenciales para la difusión de la Telemedicina

La Telemedicina tiene un gran potencial para reducir la variabilidad de los diagnósticos, así como mejorar la gestión clínica y la prestación de servicios de atención de salud en todo el mundo, mejorando el acceso, la calidad, la eficiencia y la rentabilidad. En particular, la Telemedicina puede ayudar a las comunidades tradicionalmente desatendidas (las que viven en zonas remotas o rurales con pocos servicios de salud y personal) porque supera las barreras de distancia y tiempo entre los proveedores de atención de la salud y los pacientes. Además, la evidencia apunta a importantes beneficios socioeconómicos para los pacientes, las familias, los profesionales de la salud y el sistema de salud, incluyendo una mayor comunicación entre el paciente y el proveedor y las oportunidades educativas.

A pesar de su promesa, las aplicaciones de Telemedicina han logrado niveles variables de éxito. Tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, la Telemedicina aún no ha sido empleada sistemáticamente en el sistema de atención de la salud para prestar servicios de rutina y pocos proyectos piloto han podido sostenerlos una vez que el financiamiento inicial ha terminado. Varios desafíos rutinariamente citados explican la falta de longevidad en muchos esfuerzos de Telemedicina.

Uno de esos desafíos es un complejo de factores humanos y culturales. Algunos pacientes y trabajadores de la salud se resisten a adoptar modelos de servicio que difieren de los enfoques tradicionales o de las prácticas indígenas, mientras que otros carecen de conocimientos en TICs para utilizar eficazmente los enfoques de telemedicina. Lo más difícil de todo son las diferencias lingüísticas y culturales entre los pacientes (especialmente los que no reciben atención) y los proveedores de servicios.

La escasez de estudios que documenten los beneficios económicos y la rentabilidad de las aplicaciones de la Telemedicina es también un desafío. La demostración de casos empresariales sólidos  para convencer a los responsables de las políticas de adoptar e invertir en la telemedicina ha contribuido a las deficiencias de la infraestructura ya la falta de financiación de los programas.

Las consideraciones legales son un obstáculo importante para la adopción de la Telemedicina. Estos incluyen la ausencia de un marco legal internacional que permita a los profesionales de la salud prestar servicios en diferentes jurisdicciones y países; La falta de políticas que rijan la privacidad de los pacientes y la confidencialidad con respecto a la transferencia, el almacenamiento y el intercambio de datos entre profesionales de la salud y jurisdicciones, la autenticación de profesionales de la salud, en particular en aplicaciones de correo electrónico, y el riesgo de responsabilidad médica para los profesionales de la salud que ofrecen servicios de telemedicina.

Relacionados con consideraciones legales están los desafíos tecnológicos. Los sistemas que se están utilizando son complejos, y existe el potencial de mal funcionamiento, lo que podría provocar un fallo de software o hardware. Esto podría aumentar la morbilidad o mortalidad de los pacientes y la responsabilidad de los proveedores de atención de salud también.

Para superar estos desafíos, la Telemedicina debe estar regulada por directrices definitivas y amplias, que se aplican ampliamente, idealmente en todo el mundo. Al mismo tiempo, es necesario instituir una legislación que regule la confidencialidad, la privacidad, el acceso y la responsabilidad. A medida que los sectores público y privado se involucran más estrechamente y se vuelven cada vez más interdependientes en las aplicaciones de cibersalud, se debe velar por que la Telemedicina se despliegue inteligentemente para maximizar los servicios de salud y la calidad óptima y garantizar que los esfuerzos con fines lucrativos no priven al ciudadano Servicios de salud pública.

En todos los países, las cuestiones relativas a la confidencialidad, la dignidad y la privacidad son de interés ético con respecto al uso de las TICs en la Telemedicina. Es imperativo que la Telemedicina se aplique equitativamente y con los más altos estándares éticos, mantenga la dignidad de todos los individuos y asegure que las diferencias en educación, lenguaje, ubicación geográfica, capacidad física y mental, edad y sexo no lleven a la marginación del cuidado.

  • Información traducida de: http://www.who.int/goe/publications/goe_telemedicine_2010.pdf